Después de trabajar unas horas en la mañana desde el hotel, partí hacia el aeropuerto de Fort Myers (RSW) para volar hacia mi quinto destino del JetBlue25 for 25 Challenge: Westchester County Airport (HPN).
Por primera vez desde que comencé el Challenge no pude seleccionar un asiento EvenMore de pasillo al momento del check-in. Los Mosaic 1, como yo, solo tienen acceso gratuito a esos asientos dentro de las 24 horas previas a la salida. Sin embargo, terminé con algo mejor. Justo antes del despegue noté en el app de JetBlue que los asientos 12A, 12B y 12C estaban libres. Decidí moverme de mi asiento original 7C al 12C y, efectivamente, los otros dos asientos de la fila se quedaron vacíos. ¡Fue la tercera vez en los últimos cuatro vuelos que tuve toda una fila para mí!
Este vuelo iba bastante lleno, con apenas cinco o seis asientos vacíos en total, por lo que tuve mucha suerte. Gracias al espacio, pude trabajar cómodamente durante todo el trayecto y escribir sobre los primeros vuelos del Challenge.
HPN fue otro aeropuerto nuevo en mi lista, y el mismo no dejó la mejor impresión. La parte del terminal a la que llegué carecía completamente de restaurantes, y para explorar otras áreas tendría que haber pasado por seguridad nuevamente, algo que decidí no hacer. Con ganas de un buen almuerzo, tuve que conformarme con un sándwich frío de pavo, vendido a sobreprecio en la única tiendita disponible. Sin dudas, HPN ha sido el aeropuerto menos atractivo del reto hasta ahora.
Orlando International Airport (MCO) fue mi sexto destino del JetBlue 25 for 25 Challenge. Aunque en la planificación inicial del itinerario había considerado añadir un tercer vuelo este mismo día, al final no resultó práctico y decidí cerrar la jornada en Orlando.
La tripulación de este vuelo era la misma que había operado el tramo anterior desde RSW. El avión también era el mismo. Un miembro de la tripulación incluso me reconoció del vuelo anterior y me preguntó si estaba participando del Challenge. Conversamos un rato sobre los vuelos que ya había completado y los que aún me faltaban en la semana.
Lo más sorprendente de este tramo fue lo vacío que iba el avión. Estimo que apenas estaba a un 20% de ocupación, algo que no recuerdo haber visto en vuelos domésticos recientes.
Seguramente influyó el hecho de que era miércoles y ya habían comenzado las clases en el noreste de Estados Unidos. Aun así, no deja de ser una señal preocupante para JetBlue.
Para mí, por supuesto, significó otro tramo cómodo con una fila EvenMore completa solo para mí. Eso me permitió trabajar todo el trayecto sin interrupciones.
Con este día llegué a seis distintos y seis vuelos completados. Esto representa un 20% de los 30 vuelos necesarios en mi itinerario para cumplir con el JetBlue 25 for 25 Challenge. El avance motiva y, aunque ha habido momentos agotadores, la experiencia continúa siendo emocionante y productiva.
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